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Fortalezas y debilidades

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Empecemos con la lección acerca de fortalezas y debilidades. Todos los seres humanos las tenemos, y está bien, porque así nos complementamos, lo que tengo yo, puede que no lo tenga otra persona y viceversa.

Hasta hace sólo veinticinco años la psicología se concentraba, en dar tratamiento a las personas mirando que era lo que no estaba funcionando, pero el psicólogo Dr. Martin Seligman junto con el Dr. Christopher Peterson decidieron empezar unos estudios y analizar, ¿Cómo sería si se enfocaran en lo positivo de las personas? En las fortalezas. De modo que decidieron agrupar veinticuatro fortalezas en seis virtudes. Vamos a verlas…

Una virtud es la disposición o capacidad que tenemos para hacer el bien o producir un efecto positivo, bien sea por ser natural en nosotras o por haberla adquirido en el tiempo.

En la psicología positiva se habla de las virtudes de: La sabiduría y el conocimiento, el coraje, la humanidad, la justicia, la moderación y la trascendencia. 

Veamos que fortalezas incluye cada una, para que cada virtud se explique por sí misma.

La virtud de la sabiduría y conocimiento incluye las fortalezas de: La creatividad, la curiosidad, la apertura de mente, el deseo de aprender y la perspectiva, ósea la capacidad que tenemos de analizar una situación desde diferentes puntos de vista.

La virtud del coraje incluye las fortalezas de: La valentía, la persistencia, la integridad y la vitalidad.

La tercera virtud de la humanidad incluye las fortalezas de: El amor, la amabilidad y la inteligencia social. Estas fortalezas hacen parte del ser humano, están o están en nosotras, hay que desempolvarlas.

La cuarta virtud de la justicia incluye las fortalezas de: La ciudadanía, la justicia y el liderazgo. Una persona con estas fortalezas no se ve involucrada en corrupción o en actos de venganza.

La quinta virtud de la moderación incluye las fortalezas de: El perdón, la compasión, la humildad o modestia, la prudencia y la auto regulación. Personas que hayan vivido muchas experiencias negativas o situaciones inevitables en sus vidas, pudieron ir dejando estas fortalezas de lado, lo que cargó sus corazones y las lleva a estar en un bajo estado de ánimo.

Y en la sexta virtud que es la trascendencia se incluyen las fortalezas de: El aprecio por la belleza y excelencia, la gratitud, la esperanza, el sentido del humor y la espiritualidad.

Ahora hablemos un poco de las debilidades en las que no voy a profundizar demasiado. Si quieres hacerte una idea de cuáles serían las debilidades, basta con que analices el antónimo de las veinticuatro fortalezas que acabamos de ver.

Para explicarme mejor te voy a dar dos ejemplos:

Tomemos la fortaleza de la creatividad, su antónimo sería realismo. Ósea una persona muy realista a quien le cuesta dar campo a su imaginación y que prefiere basarse en hechos medibles.

La valentía - su antónimo sería la cobardía que es una actitud y para que esta exista, la mujer ha tenido necesariamente miedo o inseguridad, de no ser así tendría que ver más con la pereza o el conformismo.

Como el tiempo es limitado, mi consejo es que, sin olvidar tus debilidades, te concentres mucho más en tus fortalezas.

Ahora voy a compartirte la historia de la vida real de la señora Anna Mary Robertson Moses, más conocida como la abuela Moses en los Estados Unidos.

Ella fue granjera desde los doce años, a los veinte años se casó con un granjero también, con quien tuvo diez hijos, de los cuales cinco murieron cuando eran bebés.

Toda su vida estuvo trabajando en el campo y tenía un pequeño hobbie que era el bordado, a la edad de los setenta años le dio artritis y no pudo seguir bordando.

Sin embargo, pensó en que a ella siempre le había gustado pintar, pero nunca lo había hecho. Entonces, a sus setenta años empezó a pintar, ¿Qué pintaba? Todos esos lindos paisajes que había visto durante su vida mientras trabajaba muy duro en el campo y cuidaba de sus hijos.

Empezó a vender sus cuadros por menos de cinco dólares en el pueblo donde vivía, cuando un expositor los vio y reconoció el talento de esta mujer, vaya sorpresa cuando se dio cuenta que era una mujer de setenta años, pero eso no fue un impedimento para convertirse en una pintora muy reconocida no sólo en los Estados Unidos, sino también en Europa y Japón.

Sus cuadros están en la casa blanca, en museos y en casas de personas muy adineradas que pagaron miles de dólares por sus cuadros.

Esta mujer no se rindió. A la edad de ciento un años cuando murió pintó veinticinco cuadros.

¿Qué te aporta esta historia? ¿Qué fortalezas identificas en esta señora?

Yo puedo determinar que ella era una persona creativa, no sólo porque pintaba, sino, porque encontró una alternativa al bordaje.

También tenía la fortaleza de la vitalidad, porque, aunque estaba enferma y ya de pronto no tenía la energía para hacer muchas cosas como las hubiera hecho en la etapa de la juventud, tuvo la vitalidad para emprender y para ser reconocida por su emprendimiento.

El aprecio por la belleza y la excelencia fue otra de sus fortalezas, porque a pesar de haber trabajado toda su vida muy duro en el campo, grabó en su mente los momentos más hermosos y los tuvo guardados en su corazón para luego plasmarlos sobre una obra hermosa que otras personas también pudieran disfrutar.

Es posible que estés diciendo, “para mí es fácil reconocer las fortalezas en otras personas, pero no tanto en mí misma”.

Entonces te invito a que sigamos con la lección Nr. 2 de este módulo “Descubriendo mis fortalezas”, donde vas a tener la oportunidad de diligenciar un taller o de realizar un test (prueba) gratuito en internet para descubrirlas.

Ya nos vemos. 

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